Sin lugar a duda después de todo lo que se nos ha enseñado (hablo como para aquellos que han estado involucrados no solo en eventos, sino que han oído lo que es del Espíritu), y lo que Dios nos ha tratado en forma personal a cada uno, debemos replantearnos la forma de "hacer misiones", no solo como una acción evangelizadora, sino como transformación de comunidades.
Puede sonar extraño para algunos esto, pero espero darme a entender, tú no afectas a la gente solo enseñándoles la Biblia, sino que Cristo produce un cambio en la mentalidad.
Puedes ser muy erudito en las escrituras, pero si no estás dispuesto a ser entrenado para afectar tu entorno, solamente has acumulado letra y conocimiento, y pasas a ser ignorante del propósito de Dios.
Quisiera que asimile y mastique esto, la misión no es solo "evangelizar", la misión es "hacer discípulos a las naciones".
En griego, ethnos, o sea: etnias.
Cada uno de nosotros es parte de una nación y esta tiene estrecha relación con nuestra Identidad.
Chile no es una nación, es un país que alberga dentro de ella diversas etnias, o distintas naciones.
Hacer discípulos es transmitir vivencias. Jesús no solo les enseño a sus discípulos acerca de las escrituras. Les enseñó a vivir una Vida Abundante.
¡A vivir!
Esto involucra educación, política, artes, sociedad, familia, etc.
Es la Cultura del Reino afectando a otra cultura, a otra sociedad.
No destruyéndola, sino colonizándola.
La diferencia del imperio romano con otros imperios fue precisamente esta.
Antes de ellos todos los demás imperios llegaban a un lugar, tomaban cautivos a los poderes polìticos, intelectuales y artísticos de una sociedad y saqueaban las ciudades dejándolas asoladas.
Eso es lo que pasó por ejemplo con Daniel en Babilonia, y luego Nehemías toma la dirección para la reconstrucción de una nación asolada.
Pablo Ávila.
Hijo de Elohim.
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